Hace unos días, ya recordando el inicio de curso, encontré en varios muros y en distintas redes sociales este dibujo.
Qué poco bueno dice de la labor de los docentes y cómo me revolvió las tripas.
Espero que a lo largo de mis ya treinta y un año de servicio en la Escuela Pública nunca haya sido mi labor la de borrador de lo que han aportado mis alumnos y mucho menos de lo que llevan dentro.
Así que he pensado que el reto que pocos días después nos mandaba Ramón de que dibujáramos nuestro curso nuevo,fuera darle la vuelta al dibujo de NiNiO.
Voilà!
Son ellos y pueden ser cualquier grupo de niños y/o adolescentes: cada uno de ellos, único e irrepetible.
De distinto color, grosor...
Unas veces su exterior es del mismo color con el que pintan.
Otras veces son de un color y pintan de otro.
Los hay muy afilados, otros de punta chata y otros la tienen rota.
Unos mordidos, rasguñados e incluso con agujeros.
Pero todos, todos pueden pintar con colores preciosos y dibujar cosas maravillosas.
Y yo me veo, grande (igual excesivamente grande, jejeje) como un boli de muchos colores para acompañarlos y adaptarme a ellos como espero que ellos se adapten a mí.
Y juntos conseguir aprendizajes, experiencias, vivencias extraordinarios.
Eso espero.
Al menos nunca ser borrador.
Si acaso de malos rollos y dificultades adversas.
¡ ¡ ¡ F E L I Z C U R S O 2 0 1 6 / 2 0 1 7 ! ! !